FLANDES. Un fin de semana de lujo
Bruselas y Amberes nos han vuelto a encandilar. Atraídos por su oferta de diseño y shopping, hemos recorrido algunos de sus rincones imprescindibles y descubierto otros que serán incluidos en casi todas las guías turísticas.
Por Jordi Jofré (Viajeros edición digital, 10 junio 2012)
Un recorrido por Bruselas bien podría comenzar en el Atomium que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo rompedor. Construido para la Exposición Mundial de 1958, sus esferas son –con perdón del Manneken Pis– el icono más famoso de la capital belga. No hay que conformarse con admirarlo por fuera: en el interior esconde rincones muy sugerentes. Respecto a la moda, no faltarán tentaciones. La Rue Dansaert es el escaparate de los diseñadores más creativos. Si lo que buscamos son firmas reconocidas de alta gama y exclusividad, nuestro itinerario deberá trascurrir por la Zona Alta. Pero no todo son, ni mucho menos, compras en Bruselas.
Otro enclave ineludible es la Grand-Place que hay que conocerla de día y de noche. Callejeando por sus alrededores nos sorprenderán la cantidad de chocolaterías que encontraremos: crecen cual setas en el campo y se reinventan a sí mismas con tentaciones hipnotizadoras. Por ejemplo, podéis acercaros a Laurent Gerbaud para realizar un divertido taller de chocolate. Claro que, si es la gastronomía lo que realmente nos motiva, debemos tener en cuenta eventos como Brusselicious 2012, con iniciativas tan divertidas como el Tranvía gourmet.
Amberes, por su parte, es famosa por su apuesta por la moda –os recomendamos acercaros al museo enfocado en esta disciplina, el MoMu–, sus tendencias vanguardistas y por su carácter multicultural, fruto del ir y venir de barcos de su ajetreado puerto. Además de presumir de un rico patrimonio histórico –como su fastuosa estación u otros enclaves menos laureados pero muy sugerentes como la calle Cogels-Osylei, que parece sacada de un cuento de hadas–, es una urbe donde siempre hay novedades, siempre pasa algo.
El Museo MAS, por ejemplo, es uno de sus últimos iconos, en el cual se puede entender la rica mezcolanza de culturas de la urbe que comentábamos anteriormente. Y para conocerlo todo esto en profundidad podemos callejear mirando escaparates, dándonos un capricho –por ejemplo, comprando una de las originales joyas de Karin Nuñez de Fleurquin– o sentándonos en alguna de sus múltiples terrazas y degustar una rica cerveza belga como se merece. Amberes es, sin duda, una ciudad muy agradable.
Más información en www.flandes.net
En nuestra próxima edición de agosto os desvelaremos todos y cada uno de los secretos de estas ciudades y su interesante oferta cultural y gastronómica. De momento os dejamos unas imágenes en nuestra Galería fotográfica. Puedes ponerte en contacto con nosotros a través de Facebook o Twitter. ¡Muchas gracias!