Castro Urdiales, Santoña y San Vicente de la Barquera. Tres villas marineras, las más bellas de Cantabria. Viejos puertos rodeados de castillos medievales e iglesias góticas, de rías fecundas y playas salvajes, de bosques y marismas rebosantes de aves. Historias de expediciones a Terranova y Labrador, en pos del bacalao y la ballena, para escuchar mientras se degustan las mejores anchoas del mundo.
48 Horas
En Gipuzkoa es difícil equivocarse de destino, ya que está repleta de rincones que por sí solos ya representan el alma vasca: paisajes increíbles, excelentes restaurantes, sorprendentes fenómenos geológicos y sobre todo buena gente. El triángulo compuesto por Zarautz, Getaria y Zumaia será nuestro eje este fin de semana. ¿Nos acompañas?
Como bien ilustra la película de Woody Allen, cuando los relojes dan las doce de la noche, París se transforma y puede pasar cualquier cosa. ¿Nos encontraremos nosotros también con Gertrude Stein, Picasso, Hemingway y Scott Fitzgerald? ¿Podremos ver a Joséphine Baker bailar en alguno de los cafés de la ciudad? Sólo hay una forma de averiguarlo... volviendo a París
Lanzarote volcánico, Lanzarote rural, Lanzarote turístico todo el año. Lava por todas partes, pueblos de un blanco brillante que daña la vista. Definida por su capacidad para sorprenderte. Rara y fascinante, la isla vive sumida en la ebullición de su propio paisaje.
Vigilando desde pleno centro valenciano se encuentra esta mancomunidad, formada por una gran depresión central, la Hoya de Buñol y el piedemonte de la Sierra de Chiva, que conecta con el vecino Plá de Quart. Antaño frontera entre los reinos de Valencia y Castilla....
En la provincia palentina la sorpresa es constante tanto en su capital, con la Bella Desconocida, como en las pequeñas poblaciones que, celosas, guardan secretos sorprendentes. Arte, gastronomía y música nos aguardan. Tenemos 48 horas para descubrirlas.
Algo se mueve en Oporto. En algo más de una década la ciudad que ve llegar el Duero al mar se está quitando telarañas y dejando al descubierto un espíritu joven, dinámico y multicultural que, francamente, le sienta muy bien. Rehabilitación urbanística, nuevos barrios que atraen a creadores de toda índole, una voluntad de vida participativa, de compartir experiencias... ¡y sólo dos días para empaparnos de todo!
En el suroeste de la provincia de Teruel se alza como un destino perfecto para este otoño la Sierra de Albarracín. Alberga infinidad de paisajes, nacimientos de ríos, pinturas rupestres y pintorescos pueblos que guardan celosos su privilegiada naturaleza.
Nueve son las luces que guían al viajero por la abrupta y desértica costa de Almería, desde Adra hasta Garrucha. Una ruta de 200 km que, además de faros, enhebra salinas bullentes de avifauna, pueblos de pescadores y playas vacías. Poco han cambiado estas calas desde que fondeaban en ella galeotas piratas y los faros eran atalayas que daban la alarma.
Colgada y abierta, luminosa, alada, airada, serena y enloquecida, infinita, obsesionante... así calificaba Camilo José Cela a Cuenca, una ciudad en la que callejear se convierte en un arte y en la manera perfecta de aprehender su esencia. ¿Me acompañas a recorrerla?