Categoría
CANADÁ. Toronto, calidad de vida
Muchos se atreven a decir que es la urbe más cosmopolita del mundo y tal vez sea verdad. El conjunto de culturas que dan forma a la metrópoli hace que esta gran urbe de Canadá te llegue a lo más profundo. Respiren hondo nos espera una apretada agenda porque Toronto, a un lado del lago Ontario, promete no defraudar.
[*TIPO18,2951,660,350*]
- Guía práctica
- Reportaje
Muchos se atreven a decir que es la urbe más cosmopolita del mundo y tal vez sea verdad. El conjunto de culturas que dan forma a la metrópoli hace que esta gran urbe de Canadá se presente como una excelente opción de viaje. Respiren hondo nos espera una apretada agenda porque Toronto, a un lado del lago Ontario, promete no defraudar. (revista Viajeros 1/12)
No sé donde estoy. Gentes con los ojos rasgados pasan a mi alrededor en Chinatown, blancos con la tez pálida, rubios y con ojos azulados me sorprenden en cada esquina subidos a bicicletas, la dulce sonoridad italiana se oye en las cafeterías de Little Italy, los distintos acentos latinoamericanos llenan los ecos de las calles, tiendas de productos hindúes y carnicerías que ofertan carne Halal comparten el espacio, restaurantes con gastronomía de todas las partes del mundo se pelean por un sitio... ¿Dónde estoy? Ah sí, estoy en la quinta ciudad más grande de Norteamérica y, me atrevo a decir, la más acogedora del planeta. Vengas de donde vengas, en Toronto te sentirás como en casa.
Centro de culturas
Algo distinto tendrá este lugar cuando tanta población de orígenes heterogéneos ha decidido establecer aquí su casa. La gran invasión tuvo lugar a partir de la segunda mitad del siglo XX ya que allá por 1941 el 80% de sus habitantes era de origen anglocelta y ahora acoge a más de un millón de inmigrantes de diferentes procedencias. La razón debe esconderse tras la constante evolución hacia parámetros mejores hacia los que se dirige la metrópoli que no se cansa de avanzar. La calidad de vida es otro de los objetivos que persigue este enclave canadiense.
Así, al mismo tiempo que es una urbe moderna, con los laberintos de rascacielos de su Ciudad Financiera y llamativos flashes de neón en las tiendas más chic de su barrio comercial por excelencia, apuesta por la sostenibilidad del medioambiente con importantes iniciativas. Por ejemplo se han adherido al plan Living Greener, un proyecto que conciencia a la población tanto individualmente como a nivel de las compañías, promoviendo la implantación de energías renovables, disminución de gases nocivos, etc. Este deseo es el motivo de que eco, green, recycle sean palabras interiorizadas por los locales y la causa de que la zonas verdes hayan crecido por doquier. No sólo hablamos de los senderos para bicicleta o los parques que salpican el interior del downtown como High Park –el más grande de la urbe con un lago helado para patinar en invierno–, el Todmorden Mills Wildflower Preserve –un solar antiguamente ocupado por una fábrica que hoy se ha convertido en un campo de flores silvestres– o el Tommy Thompson Park –zona construida artificialmente sobre el lago que cobija gaviotas, martinetes, tortugas y otras especies–. También existen otras propuestas como los tejados ajardinados que se encuentran en los edificios más voluminosos de la metrópoli.
Este es el caso del impresionante Fairmont York Hotel que se eleva majestuoso en forma de tarta nupcial en el centro de la localidad. Aquí, en el último piso han desafiado a la altura y han configurado un cuidado jardín con vistas a la CN Tower y al gran lago, con huerta incluida en la que crecen las hierbas que se utilizarán en su restaurante. Asimismo han habilitado una zona para la apicultura. La comida que se sirve en este local responde a unos barómetros ecofriendly donde se incluyen la cercanía de los productos ofertados, en la medida de lo posible, la certificación de alimentos orgánicos y el biodinamismo, un acercamiento holístico a la nutrición. David Garcelon, el chef, es quien se encarga de que todos estos parámetros se cumplan.
La ecoalimentación y el St. Lawrence Market
La importancia de este tipo de alimentos ecológicos está muy arraigada en la zona. De hecho todos los sábados por la mañana tiene lugar el famoso mercado de Granjeros en la parte Sur del St. Lawrence Market, donde más de 50 agricultores y ganaderos instalan sus mercancías desde la 5 am, como se dice allí. Puestos de quesos, pescaderías, carnicerías, etc. aseguran poseer la materia prima más fresca del lugar. Esta construcción, que incluye el Hall con su tejado revestido de cobre que se distingue desde lejos, ha sido históricamente el centro social, comercial y gubernamental de los habitantes.
Descubriendo la ciudad
Pero volvamos al hotel Fairmont y aprovechemos su conexión con el Path –la ciudad subterránea– para introducirnos en las entrañas de la metrópoli. Se trata de veintisiete kilómetros de túneles y plantas que albergan más de 1.200 tiendas de todo tipo, a salvo de las bajas temperaturas del duro invierno. Se podría decir que, aunque transitar por la superficie sea una tarea reservada a los héroes, los habitantes consiguen hacer una vida normal gracias a este laberinto que permite entrar en 50 oficinas, veinte parkings y dos grandes centros comerciales, además de permitir el acceso a cinco paradas de metro y a la estación de trenes.
A través de sus pasajes puedes llegar al símbolo de Toronto, la CN Tower. Esa torre recorre las bocas y oídos de todos los viajeros que pasan unos días aquí gracias al chiste –lo repetirás más de una vez, prometido–. Pues bien, aquí también mentaremos la gracia, ¿qué se ve desde la torre más alta? Pues sí, Torontontero. Pero y ¿qué podemos esperar de la estructura independiente más alta del mundo con sus 553 metros? Unas impresionantes vistas panorámicas en todas las direcciones que permite, en los días claros, atisbar hasta las cataratas del Niágara. De esta manera puedes deleitarte con la visión del lago Ontario en todo su esplendor, así como de las islas, difíciles de contemplar desde otra parte debido a la mala planificación urbana. Esta masa lacustre constituye la 14ª más grande del mundo y a su alrededor se han construido un muelle muy animado con bares, tiendas y demás establecimientos.
Además, para los más sibaritas y quienes dispongan de suficiente dinero –los precios módicos no entran en su carta– ofrece el restaurante giratorio 360º. La suculenta comida, así como las imágenes que pasan ante tí durante la velada se quedarán para siempre en tu retina.
Museos por doquier
En esta cosmopolita ciudad donde parece que nadie es foráneo existen otras propuestas interesantes. Para los turistas sedientos de museos podemos encontrar el Royal Ontario Museum –guarda una gran colección de artes aplicadas, ciencias naturales y arqueología–, Bata Shoe Museum –con una selección de zapatos única y un edificio de formas sorprendentes–, el George R. Gardiner Museum of Ceramic Art –un completo recorrido por la historia de la cerámica–, la Toronto Dominion Gallery of Inuit Art –una galería que acerca a la cultura inuit, procedente del Ártico de Norteamérica, a través de figuras y tallas representativas de este colectivo–, etc. Si algunos de vosotros disfrutáis conociendo la ciudad simplemente paseando –para mí, la mejor opción– aquí no podréis parar ni un minuto.
Chinatown, la comunidad asiática suma unos 250.000 habitantes y han conseguido un ambiente muy cercano al país asiático entre las tiendas y los restaurantes –no os perdáis las sopas calentitas con noodles–. Después encontramos Kensington Market, una de las áreas más bohemias donde se mezclan punkies con heavies, góticos con hippies, artistas... y cientos de tiendas que no tienen desperdicio. Y otra de las paradas obligatorias la encontramos en Little Italy que nos deleita con sus cafeterías con expressos y sus conversaciones al volumen acostumbrado en el Mediterráneo. Tal vez seáis deportistas. Si este es el caso no debéis marcharos sin empaparos de la pasión con la que se vive el hockey por estas tierras. En el centro Hockey Hall of Fame hallaréis curiosidades de esta actividad que tantas alegrías da a los canadienses en general y a los habitantes de Toronto en concreto (si tenéis la oportunidad ni os lo penséis, acudid a uno de los partidos de los Maple Leafs, el equipo de la ciudad).
Cataratas del Niágara
Como veis Toronto tiene para todos los gustos pero es que sus alrededores también. ¿Cómo no visitar las Cataratas del Niágara? Estas impresionantes cascadas que, aunque no son las más grandes, sí son las más caudalosas del mundo –se podrían llenar un millón de bañeras con el agua que cae cada segundo–, acoge a catorce millones de personas cada año. Aunque su espectacularidad se ha visto disminuida por las modernas construcciones que han aparecido a su alrededor –cadenas de comida rápida y hoteles principalmente–, la panorámica que ofrecen con el arco iris sobre ellas no tiene desperdicio y es un must en un recorrido por la zona.
Los amantes de la enología encontrarán en los alrededores, en la península del Niágara, una zona vitivinícola. El rico suelo en minerales y el microclima moderado ha propiciado su establecimiento. Las múltiples bodegas que salpican la región estarán encantadas de recibiros. No os perdáis la oportunidad de conocer su icewine –un caldo dulce cuyo sabor se debe a una laborioso proceso, que incluye congelar las uvas durante tres días–.
No sé donde estoy. Gentes con los ojos rasgados pasan a mi alrededor en Chinatown, blancos con la tez pálida, rubios y con ojos azulados me sorprenden en cada esquina subidos a bicicletas, la dulce sonoridad italiana se oye en las cafeterías de Little Italy, los distintos acentos latinoamericanos llenan los ecos de las calles, tiendas de productos hindúes y carnicerías que ofertan carne Halal comparten el espacio, restaurantes con gastronomía de todas las partes del mundo se pelean por un sitio... ¿Dónde estoy? Ah sí, estoy en la quinta ciudad más grande de Norteamérica y, me atrevo a decir, la más acogedora del planeta. Vengas de donde vengas, en Toronto te sentirás como en casa.
Centro de culturas
Algo distinto tendrá este lugar cuando tanta población de orígenes heterogéneos ha decidido establecer aquí su casa. La gran invasión tuvo lugar a partir de la segunda mitad del siglo XX ya que allá por 1941 el 80% de sus habitantes era de origen anglocelta y ahora acoge a más de un millón de inmigrantes de diferentes procedencias. La razón debe esconderse tras la constante evolución hacia parámetros mejores hacia los que se dirige la metrópoli que no se cansa de avanzar. La calidad de vida es otro de los objetivos que persigue este enclave canadiense.
Así, al mismo tiempo que es una urbe moderna, con los laberintos de rascacielos de su Ciudad Financiera y llamativos flashes de neón en las tiendas más chic de su barrio comercial por excelencia, apuesta por la sostenibilidad del medioambiente con importantes iniciativas. Por ejemplo se han adherido al plan Living Greener, un proyecto que conciencia a la población tanto individualmente como a nivel de las compañías, promoviendo la implantación de energías renovables, disminución de gases nocivos, etc. Este deseo es el motivo de que eco, green, recycle sean palabras interiorizadas por los locales y la causa de que la zonas verdes hayan crecido por doquier. No sólo hablamos de los senderos para bicicleta o los parques que salpican el interior del downtown como High Park –el más grande de la urbe con un lago helado para patinar en invierno–, el Todmorden Mills Wildflower Preserve –un solar antiguamente ocupado por una fábrica que hoy se ha convertido en un campo de flores silvestres– o el Tommy Thompson Park –zona construida artificialmente sobre el lago que cobija gaviotas, martinetes, tortugas y otras especies–. También existen otras propuestas como los tejados ajardinados que se encuentran en los edificios más voluminosos de la metrópoli.
Este es el caso del impresionante Fairmont York Hotel que se eleva majestuoso en forma de tarta nupcial en el centro de la localidad. Aquí, en el último piso han desafiado a la altura y han configurado un cuidado jardín con vistas a la CN Tower y al gran lago, con huerta incluida en la que crecen las hierbas que se utilizarán en su restaurante. Asimismo han habilitado una zona para la apicultura. La comida que se sirve en este local responde a unos barómetros ecofriendly donde se incluyen la cercanía de los productos ofertados, en la medida de lo posible, la certificación de alimentos orgánicos y el biodinamismo, un acercamiento holístico a la nutrición. David Garcelon, el chef, es quien se encarga de que todos estos parámetros se cumplan.
La ecoalimentación y el St. Lawrence Market
La importancia de este tipo de alimentos ecológicos está muy arraigada en la zona. De hecho todos los sábados por la mañana tiene lugar el famoso mercado de Granjeros en la parte Sur del St. Lawrence Market, donde más de 50 agricultores y ganaderos instalan sus mercancías desde la 5 am, como se dice allí. Puestos de quesos, pescaderías, carnicerías, etc. aseguran poseer la materia prima más fresca del lugar. Esta construcción, que incluye el Hall con su tejado revestido de cobre que se distingue desde lejos, ha sido históricamente el centro social, comercial y gubernamental de los habitantes.
Descubriendo la ciudad
Pero volvamos al hotel Fairmont y aprovechemos su conexión con el Path –la ciudad subterránea– para introducirnos en las entrañas de la metrópoli. Se trata de veintisiete kilómetros de túneles y plantas que albergan más de 1.200 tiendas de todo tipo, a salvo de las bajas temperaturas del duro invierno. Se podría decir que, aunque transitar por la superficie sea una tarea reservada a los héroes, los habitantes consiguen hacer una vida normal gracias a este laberinto que permite entrar en 50 oficinas, veinte parkings y dos grandes centros comerciales, además de permitir el acceso a cinco paradas de metro y a la estación de trenes.
A través de sus pasajes puedes llegar al símbolo de Toronto, la CN Tower. Esa torre recorre las bocas y oídos de todos los viajeros que pasan unos días aquí gracias al chiste –lo repetirás más de una vez, prometido–. Pues bien, aquí también mentaremos la gracia, ¿qué se ve desde la torre más alta? Pues sí, Torontontero. Pero y ¿qué podemos esperar de la estructura independiente más alta del mundo con sus 553 metros? Unas impresionantes vistas panorámicas en todas las direcciones que permite, en los días claros, atisbar hasta las cataratas del Niágara. De esta manera puedes deleitarte con la visión del lago Ontario en todo su esplendor, así como de las islas, difíciles de contemplar desde otra parte debido a la mala planificación urbana. Esta masa lacustre constituye la 14ª más grande del mundo y a su alrededor se han construido un muelle muy animado con bares, tiendas y demás establecimientos.
Además, para los más sibaritas y quienes dispongan de suficiente dinero –los precios módicos no entran en su carta– ofrece el restaurante giratorio 360º. La suculenta comida, así como las imágenes que pasan ante tí durante la velada se quedarán para siempre en tu retina.
Museos por doquier
En esta cosmopolita ciudad donde parece que nadie es foráneo existen otras propuestas interesantes. Para los turistas sedientos de museos podemos encontrar el Royal Ontario Museum –guarda una gran colección de artes aplicadas, ciencias naturales y arqueología–, Bata Shoe Museum –con una selección de zapatos única y un edificio de formas sorprendentes–, el George R. Gardiner Museum of Ceramic Art –un completo recorrido por la historia de la cerámica–, la Toronto Dominion Gallery of Inuit Art –una galería que acerca a la cultura inuit, procedente del Ártico de Norteamérica, a través de figuras y tallas representativas de este colectivo–, etc. Si algunos de vosotros disfrutáis conociendo la ciudad simplemente paseando –para mí, la mejor opción– aquí no podréis parar ni un minuto.
Chinatown, la comunidad asiática suma unos 250.000 habitantes y han conseguido un ambiente muy cercano al país asiático entre las tiendas y los restaurantes –no os perdáis las sopas calentitas con noodles–. Después encontramos Kensington Market, una de las áreas más bohemias donde se mezclan punkies con heavies, góticos con hippies, artistas... y cientos de tiendas que no tienen desperdicio. Y otra de las paradas obligatorias la encontramos en Little Italy que nos deleita con sus cafeterías con expressos y sus conversaciones al volumen acostumbrado en el Mediterráneo. Tal vez seáis deportistas. Si este es el caso no debéis marcharos sin empaparos de la pasión con la que se vive el hockey por estas tierras. En el centro Hockey Hall of Fame hallaréis curiosidades de esta actividad que tantas alegrías da a los canadienses en general y a los habitantes de Toronto en concreto (si tenéis la oportunidad ni os lo penséis, acudid a uno de los partidos de los Maple Leafs, el equipo de la ciudad).
Cataratas del Niágara
Como veis Toronto tiene para todos los gustos pero es que sus alrededores también. ¿Cómo no visitar las Cataratas del Niágara? Estas impresionantes cascadas que, aunque no son las más grandes, sí son las más caudalosas del mundo –se podrían llenar un millón de bañeras con el agua que cae cada segundo–, acoge a catorce millones de personas cada año. Aunque su espectacularidad se ha visto disminuida por las modernas construcciones que han aparecido a su alrededor –cadenas de comida rápida y hoteles principalmente–, la panorámica que ofrecen con el arco iris sobre ellas no tiene desperdicio y es un must en un recorrido por la zona.
Los amantes de la enología encontrarán en los alrededores, en la península del Niágara, una zona vitivinícola. El rico suelo en minerales y el microclima moderado ha propiciado su establecimiento. Las múltiples bodegas que salpican la región estarán encantadas de recibiros. No os perdáis la oportunidad de conocer su icewine –un caldo dulce cuyo sabor se debe a una laborioso proceso, que incluye congelar las uvas durante tres días–.
CÓMO LLEGAR
Las ofertas para volar son tan variables que es mejor no dar un precio determinado, os recomendamos consultar las tarifas de Jet Airways, Air Transat y Air Canada.
IDIOMA Y MONEDA
En Toronto, el inglés es la lengua oficial –se supone que el francés también lo es en todo el territorio canadiense. La moneda en curso es el Dólar Canadiense (1 Euro= 1,57 CAD).
DOCUMENTACIÓN
Para viajes de menos de 6 meses de duración sólamente es necesario el pasaporte. Para más información dirigíos a la página www.amb-canada.fr
CUÁNDO IR
Los inviernos son muy fríos y la nieve es una constante en el paisaje urbanita de la ciudad. Aunque los veranos son cálidos, la mejor época para conocer Toronto es durante la primavera y el otoño.
DÓNDE ALOJARSE
• Fairmont Royal York. El lujo, todas las comodidades, así como un trato excepcional, se unen en este hotel de ensueño y altamente concienciado con el medioambiente. Situado en pleno centro de la ciudad, posee más de mil habitaciones, todas perfectamente equipadas con la última tecnología. Su compromiso con la sostenibilidad, que incluye reciclaje y utilización de energías renovables, le han llevado a ganar diferentes premios. 100 Front Street W.
• Alexandra Hotel. Para aquellos que desean un poco de independencia recomendamos este establecimiento que cuenta con estudios que tienen su propia cocina. Situado céntricamente. 77 Ryerson Ave.
• Best Western Primrose Hotel. Downtown. Este gay friendly, ubicado a poca distancia de las atracciones más interesantes de la ciudad, responde a un alojamiento con buenas calidades dignas de la cadena a la que pertenece. 207 Queens Quay West. 111 Carlton St.
DÓNDE COMER
• 360 Restaurant. Un impresionante restaurante panorámico y giratorio que se ubica en lo alto de la CN Tower. Vistas espectaculares de la urbe. www.cntower.ca
• Jamie Kennedy at the Gardiner. Degusta aquí los productos naturales procedentes directamente de las granjas junto los mejores vinos. 111 Queen's Park.
• Panorama. Aprovecha para comer o cenar mientras contemplas unas vistas espectaculares del centro de la ciudad y los alrededores. 55 Bloor Street West. Manulife Centre. 51º. Tel. +1 416 967 0000
• Epic. Este local, situado en el interior del hotel Fairmont, propone una carta compuesta por alimentos regionales que incluyen lo mejor de los agricultores y ganaderos. Fairmont Royal York. 100 Front Street West.
NO PERDERSE
• The Guild Shop. Recomendamos esta tienda a todos los interesados en adquirir artículos artesanales de la cultura inuit. 118 Cumberland Street.
• Maid of the Mist. Empresa de embarcaciones que organiza tours para llegar hasta la base de las cataratas. Toda una experiencia.
• Steam Whistle. ¿Una parada para tomar una buena cerveza? Este es el sitio perfecto. 255 Bremner Boulevard.
MÁS INFORMACIÓN
Turismo de Toronto
www.seetorontonow.com
Página oficial de la ciudad de Toronto
www.toronto.ca
Embajada de Canadá
www.espana.gc.ca
Las ofertas para volar son tan variables que es mejor no dar un precio determinado, os recomendamos consultar las tarifas de Jet Airways, Air Transat y Air Canada.
IDIOMA Y MONEDA
En Toronto, el inglés es la lengua oficial –se supone que el francés también lo es en todo el territorio canadiense. La moneda en curso es el Dólar Canadiense (1 Euro= 1,57 CAD).
DOCUMENTACIÓN
Para viajes de menos de 6 meses de duración sólamente es necesario el pasaporte. Para más información dirigíos a la página www.amb-canada.fr
CUÁNDO IR
Los inviernos son muy fríos y la nieve es una constante en el paisaje urbanita de la ciudad. Aunque los veranos son cálidos, la mejor época para conocer Toronto es durante la primavera y el otoño.
DÓNDE ALOJARSE
• Fairmont Royal York. El lujo, todas las comodidades, así como un trato excepcional, se unen en este hotel de ensueño y altamente concienciado con el medioambiente. Situado en pleno centro de la ciudad, posee más de mil habitaciones, todas perfectamente equipadas con la última tecnología. Su compromiso con la sostenibilidad, que incluye reciclaje y utilización de energías renovables, le han llevado a ganar diferentes premios. 100 Front Street W.
• Alexandra Hotel. Para aquellos que desean un poco de independencia recomendamos este establecimiento que cuenta con estudios que tienen su propia cocina. Situado céntricamente. 77 Ryerson Ave.
• Best Western Primrose Hotel. Downtown. Este gay friendly, ubicado a poca distancia de las atracciones más interesantes de la ciudad, responde a un alojamiento con buenas calidades dignas de la cadena a la que pertenece. 207 Queens Quay West. 111 Carlton St.
DÓNDE COMER
• 360 Restaurant. Un impresionante restaurante panorámico y giratorio que se ubica en lo alto de la CN Tower. Vistas espectaculares de la urbe. www.cntower.ca
• Jamie Kennedy at the Gardiner. Degusta aquí los productos naturales procedentes directamente de las granjas junto los mejores vinos. 111 Queen's Park.
• Panorama. Aprovecha para comer o cenar mientras contemplas unas vistas espectaculares del centro de la ciudad y los alrededores. 55 Bloor Street West. Manulife Centre. 51º. Tel. +1 416 967 0000
• Epic. Este local, situado en el interior del hotel Fairmont, propone una carta compuesta por alimentos regionales que incluyen lo mejor de los agricultores y ganaderos. Fairmont Royal York. 100 Front Street West.
NO PERDERSE
• The Guild Shop. Recomendamos esta tienda a todos los interesados en adquirir artículos artesanales de la cultura inuit. 118 Cumberland Street.
• Maid of the Mist. Empresa de embarcaciones que organiza tours para llegar hasta la base de las cataratas. Toda una experiencia.
• Steam Whistle. ¿Una parada para tomar una buena cerveza? Este es el sitio perfecto. 255 Bremner Boulevard.
MÁS INFORMACIÓN
Turismo de Toronto
www.seetorontonow.com
Página oficial de la ciudad de Toronto
www.toronto.ca
Embajada de Canadá
www.espana.gc.ca