Galicia es tierra de meigas. Pero también de reinas, de leyendas y de historias que han pasado de generación en generación de forma oral hasta traer, a nuestros días, historias fantásticas de las que piden ser contadas alrededor de una lumbre o de una de las cocinas gallegas. Y qué mejor que acompañarlas por unas exquisitas filloas.
Empezando por certezas, uno de los enclaves más místicos, mágicos e, incluso, religiosos es el Pico Sacro, localizado en Lestedo (parroquia del municipio de Boqueixón, A Coruña)
Esta formación de una relevancia geológica en cuarzo incuestionable, ha sido el resultado de distintos movimientos tectónicos a lo largo de los siglos, lo que le ha dado una forma piramidal única que hace de él un hito en el Camino de Santiago. Se trata de un punto identificable para todos los peregrinos y, además, desde su cima, se puede disfrutar de una panorámica única, así como de toda la belleza del valle del Ulla donde se enclava.
Pero, más allá de la riqueza de este monte sagrado en sí destaca la curiosa peculiaridad de haber sido el hogar de la Reina Lupa -o Raíña Lupa-. Se trata de un personaje mítico de la Galicia más antigua que se alzaba como gobernante de la comarca gracias también a su alianza con los romanos. La leyenda recogida en el Códice Calixtino relata la conversión de la Reina Lupa al Cristianismo tras presenciar cómo los discípulos del Apóstol Santiago fueron capaces de dar muerte al dragón y de amansar a dos toros bravos, que custodiaban el Pico Sacro, haciendo la señal de la cruz.
Una forma única de unir este pico, que se alza a 600 metros sobre el nivel del mar, con el cristianismo y también, posteriormente, con el Camino de Santiago.
Lestedo es uno de los puntos de parada de la Vía de la Plata, una de las Rutas Jacobeas más transitadas.
Y, si esta tradición, roza la época romana, también lo hace en esta localidad boqueixonesa la Festa da Filloa. Esta celebración conforma un homenaje en sí mismo a la tradición culinaria de la época de la Roma Imperial; esa que se seguía incluso en los campamentos de Legionarios donde se servía un postre que, siglos después, es celebrado por miles de personas en cada Carnaval.
La Festa da Filloa de Lestedo se ha consolidado como uno de los festivales gastronómicos más tradicionales y curiosos de Galicia, atrayendo, solo este año, en el que se celebraba el 40 aniversario de su fundación, a más de 40.000 visitantes que disfrutaron de días de fiesta junto con el Carnaval del Ulla.
La receta, esa que tradicionalmente se ha ido pasando de generación en generación desde la época romana, sigue siendo sencilla: harina, huevos, agua y sal, además de tocino para untar el filloeiro. Es tal el arraigo de esta tradición en la parroquia que más de 200 personas se implican en la celebración de la Festa da Filloa de Lestedo. Esta cita, que se extiende durante dos semanas, combina las degustaciones del producto estrella de la localidad, actuaciones musicales, agrupaciones tradicionales y folclóricas, el singular Carnaval de los Generales del Ulla, y también showcookings.
Estos últimos fueron algunas de las propuestas más sorprendentes de esta cuadragésima edición. El primero de ellos incluyó una muestra de elaboración de Filloas de Lestedo, adaptando la receta a personas celíacas. De este modo, tres vecinas de la localidad elaboraron propuestas con harinas de castaña, maíz, arroz, garbanzo y trigo sarraceno. Precisamente esta última fue la utilizada en el puesto de degustación habilitado para la jornada grande de la Festa da Filloa de Lestedo y que permitió a las personas asistentes degustar la receta tradicional en una versión sin gluten.
Por otra parte, la innovación culinaria vino de la mano del chef Estrella Michelín Manuel Costiña, del restaurante O Retiro da Costiña, que fue el pregonero de esta 40ª edición. En su master class “Tierra y Mar” ofreció tres propuestas de relleno que ensalzaban todavía más el sabor de la filloa de Lestedo, convirtiéndolas en bocados absolutamente exquisitos.
Como se puede comprobar, tradición y modernidad pueden convivir perfectamente, otorgando nuevos e interesantes matices para los paladares más exigentes.
Y es que, además de poder comerse durante todo el año, la Filloa de Lestedo es un manjar de lo más versátil, que permite rellenos tanto tradicionales como dignos de Estrella Michelín.
Texto y fotos: Editorial Viajeros
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Texto y fotos: Editorial Viajeros
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