COSTA DAURADA. Genios y familias
Imaginar que somos pintores, tocar y escuchar por primera vez un violonchelo, aprender a diseñar edificios con cuerdas, subirse a lo alto de una ermita y gritar que somos los reyes de la casa, montar en un trenecito turístico después de hacer un castillo en la arena… Todo esto y mucho más es posible siguiendo el Paisaje de los Genios, en Costa Daurada, un recorrido para artistas de todos los tamaños.
Por Jordi Jofré (procedente de edición impresa de Viajeros 164)
Cuatro coquetos pueblos de Costa Daurada, entre los que distan pequeñas distancias, influyeron de manera muy significativa en la personalidad y obra de otros tantos genios de talla mundial. Algunos se sintieron embriagados por sus costumbres, otros se inspiraron en la naturaleza del entorno; incluso hubo quien encontró allí la fortaleza suficiente para reafirmarse en sus principios. Hablamos de Gaudí, Miró, Pau Casals y Picasso, figuras indiscutibles del panorama cultural del siglo pasado –y seguramente de los venideros– que encontraron en estos enclaves a sus respectivas musas. En agradecimiento, dejaron para la posteridad un legado inigualable en el mundo de la pintura, la música y la arquitectura. De esta manera, el hilo conductor de nuestra escapada será seguir los pasos de estos genios.
Para entender todo esto tendremos a nuestra disposición unos centros de interpretación prácticos, completos y, casi más importante, muy divertidos. Y es que nos hallamos en Costa Daurada, que se desvive por atender a sus visitantes más preciados: las familias. Así, el itinerario se adapta a todas las edades y nos tienta con una buena remesa de juegos, retos y acertijos. No faltarán, además, opciones para darse un baño en la playa, pasear en bicicleta, andar por la montaña, jugar con otros niños durante las actividades estivales programadas o, simplemente, sentarse tranquilamente en una terraza a tomarse un helado.
El Vendrell y la música
“Afortunadamente, durante mis viajes por tantos países extranjeros, nunca me ha abandonado el niño de El Vendrell”. Son palabras de Pau Casals, nacido en dicha localidad tarraconense hasta la cual nos trasladamos. Para empezar a conocerle, conviene acercarse a la Casa Nadiua –su casa natal–. Allí recibe Griselda y su sonrisa, una mujer que desborda admiración por este genio. Como tiene buena mano para los más pequeños, es capaz de transmitir a todos la admiración que siente por Casals. Da igual que haya contado la historia una y mil veces, al hablar sus ojos brillan de manera contagiosa y, así, salimos con ganas de conocer más acerca de este personaje que comenzó tocando con un instrumento realizado por su propio padre. Por cierto, que el padre era también músico y es por ello por lo que nos acercamos a la iglesia parroquial de Sant Salvador para admirar los tubos del órgano donde tocaba y el retablo que es muy llamativo.
A continuación nos dirigimos a la Vil·la, una casa veraniega con mucho encanto, donde residió nuestro protagonista hasta el comienzo de la guerra civil. Dependiendo de la edad media de nuestra tribu, nos detendremos más o menos en los documentos, conciertos y discursos. Nosotros coincidimos con una visita escolar durante la cual los niños sintieron la fuerza de un violonchelo tocando sus cuerdas y escuchando a la virtuosa profesora. Una vez más se comprobó aquello de que la música amansa a las fieras. Y no es un caso aislado: existe una buena remesa de actividades programadas, sobre todo en verano, como Cántame un cuento o Imagina y crea con nuestros genios. ¿Suena bien, verdad?
Además, El Vendrell resulta muy tentador por sus posibilidades. Para empezar, dispone de tres núcleos marítimos –San Salvador, Coma-ruga y el Francàs– que ofrecen siete kilómetros de litoral y todo tipo de atractivos (incluyendo la ludoteca). Aparte, podríamos hablar de más espacios culturales –como el museo Deu, donde también se organizan originales talleres familiares como Soplamos y manchamos, para niños de 3 a 5 años–, de su oferta termal, de su aula acuática –muy divertida, ¡se puede hasta practicar snorkelling!– o de que se halla rodeado por las estribaciones del Garraf, un macizo montañoso que invita a ser paseado para descubrir su patrimonio natural.
Reus y Gaudí
Capital del Baix Camp, Reus es la segunda ciudad más importante de Costa Daurada. Se halla excelentemente comunicada, es comercial, dinámica y vital… Pero si ahora es notoria, más lo era durante los siglos XVIII, XIX y principios del XX. Cuando se pasea por sus calles se admira una arquitectura más que llamativa y por eso os recomendamos que, si vais con príncipes de siete o más años, os apuntéis a las visitas guiadas que las descubren. Hablamos de modernismo, estilo que se identifica con una figura inconfundible: Antonio Gaudí.
Por ello os sugerimos visitar el Gaudí Centre, un espacio moderno e interactivo que te acerca a su lenguaje. Es divertido para grandes y pequeños y puede presumir de un diseño museográfico muy acertado. Acompañado de una audioguía, tentado por sus audiovisuales y tocando mucho –y es que aquí no se prohíbe tocar sino que se incita a ello– te zambulles en el universo de Gaudí. Palpar las torres de la Sagrada Familia o las chimeneas de la Pedrera como si estuvieses soñando; caracoles que se convierten en escaleras cuando cierras los ojos; comprobar cómo cae el agua por las rampas del Parque Güell… En fin, conviene tomarlo con calma y tratar de aprender un poco de lo mucho que ofrece el centro. Más de uno dirá: ¡Ojalá mi cole fuera así!
Continua leyendo la 2ª parte del artículo: Miró y la paz de Mont-roig y Una bici y un Picasso
Si deseas realizar algún comentario o consulta sobre este reportaje puedes hacerlo a través de nuestros perfiles de Facebook o Twitter. También puedes solicitar tu edición impresa con el reportaje y la guia práctica completos.