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OLEOTURISMO EN TOLEDO

“Mucho vino, mucho pan, mucho aceite y mucho tocino” es lo que, según la copla de una jota manchega, hay en La Mancha. Viendo el paisaje que se dibuja ante nosotros, plagado de olivos, es seguro que, al menos, mucho aceite sí que debe haber…

“Mucho vino, mucho pan, mucho aceite y mucho tocino” es lo que, según la copla de una jota manchega, hay en La Mancha. Viendo el paisaje que se dibuja ante nosotros, plagado de olivos, es seguro que, al menos, mucho aceite sí que debe haber…

Por Óscar Checa (revista Viajeros, exclusivo edición digital mayo 2013)

Y el de la provincia de Toledo, que es la parte de La Mancha donde nos encontramos ahora, es especialmente atractivo. Atravesamos la zona de la D.O. Montes de Toledo, de rica tradición aceitera, donde el cultivo del olivo se remonta a la época de las colonizaciones fenicias y griegas. Desde entonces aquí se elabora aceite con la variedad Cornicabra, que es originaria de estas tierras y está considera como una de las más relevantes por su alto contenido en polifenoles, ácido oleico y antioxidantes. Traducido a un lenguaje menos técnico significa que es un tipo de aceite especialmente saludable: ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y fortalece las células en su lucha contra la vejez.

  

Entender de aceite

La mejor forma de aprender los porqués de todo eso es recorrer los pueblos de la D.O. Montes de Toledo, situados entre llanos y cerros al sudoeste de la provincia de Toledo y el noroeste de Ciudad Real. Podemos empezar por Mora, donde se celebra anualmente la Fiesta del Olivo (declarada de Interés Turístico Nacional) y la Feria del Aceite de Oliva Virgen-Extra. Tendremos la mitad del camino hecho, pues a través de la ruta turística Entender de Aceite, entraremos de lleno en el mundo del olivo: conocer el aceite de oliva, sus variedades y diferentes usos.

Empezaremos por el Museo del Aceite de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero, donde veremos prensas, tinajas, aceiteras, zafras, alcuzas y todos los útiles y máquinas tradicionales para la elaboración del aceite, además de la colección de balanzas y romanas, unos utensilios por los que también era conocida la localidad. También hay aquí una recreación de las quinterías, las casas de campo en las que las familias vivían durante la época de la recolección. A la vuelta de la campaña, cuando llegaban al pueblo, hacían una fiesta. No tenían dinero aún pero sí ganas de pasarlo bien tras haber estado semanas trabajando. Es el origen de la Fiesta del Olivo que nombrábamos antes.

Después de esta visita podremos hacer una cata de aceite de diferentes variedades, visitar una almazara y trasladarnos al campo, para disfrutar del mar de olivos, el mayor bosque de Castilla-La Mancha, como dicen por aquí. La verdad es que es un paisaje sobrecogedor: la tierra roja, naranja salpicada de miles de manchas verdes y grisáceas de los olivos y con las sierras en el horizonte…



Degustar la felicidad

Igual que visitamos una bodega, se pueden visitar las almazaras. Algunas de las que forman parte de la D.O. Montes de Toledo han desarrollado un producto turístico de gran calidad, como Aceites García de la Cruz, en la localidad de Madridejos. En época de recolección se pueden visitar sus olivares participando en la recogida de la aceituna y asistiendo al proceso de elaboración. Durante el resto del año se realiza un recorrido dentro de la fábrica en el que se explica de manera detallada todo el proceso, además de realizar una cata degustación.

Con todo esto descubriremos a qué sabe esta tierra, pero para llevarnos el mejor sabor de boca, tendremos que pasar por la Casa Rural La Alameda (en Madridejos). Si pensamos recorrer la zona durante unos días para aprender sobre la cultura del aceite, el mejor lugar para alojarnos es este. Se trata de una antigua alquería manchega del siglo XVIII, rehabilitada y regentada por cuatro hermanas (Lola, Almudena, Paula y Amelia Cézar). Básicamente es un lugar para ser feliz. La tranquilidad, los colores, la arboleda, la armonía que se respira en la casa y las atenciones de las propietarias hacen que ese propósito se consiga fácilmente.

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