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El ritual de la sidra en Euskadi. Astigarraga Txotx!

A tan sólo diez minutos de Donostia/ San Sebastián, en un entorno idílico de suaves colinas verdes, Astigarraga vive hasta mayo la temporada de Txotx o lo que es lo mismo, los valores de la cultura de la sidra: diversión, amistad, naturaleza, sencillez, comunidad… directamente de la kupela al vaso. Después, habrá que esperar a beberlo de la botella.

Eva y Adán, Newton, Blancanieves o Steve Jobs la hicieron famosa. Pablo Neruda le escribió una oda y The Beatles le dedicaron una portada de disco. En Astigarraga, Gipuzkoa, se vive en torno a la manzana y su regalo más preciado, la sidra. Hasta mediados de mayo, se disfruta de la temporada de Txotx en la veintena de sidrerías de la comarca.

Por Miriam González  Fotos: Sagardoetxea, Sidras Bereziartua (Gastronomía, Revista ViajeroS)

Empezó siendo una cata que ofrecía el sidrero a amigos, conocidos y posibles compradores para elegir la sidra a embotellar. Hoy en día, se ha convertido en un festival gastronómico que aglutina cada año a miles de visitantes para degustar la primera  sidra de la temporada y seguir el ritual como antaño. El sidrero, al grito de ¡Txotx! abre de una en una las kupelas (tonel en euskera) y sirve la sidra directamente al vaso. Así, se pueden ir probando las distintas variedades y matices de cada kupela, que varían en función de las manzanas que se han utilizado en la elaboración de la sidra de su interior.

Los versados en el arte de la sidra subrayan que lo correcto es inclinar el vaso, para que la sidra golpee el lateral al caer, llenarlo dos dedos… y beberlo sin prisa pero sin pausa, ya que dejarlo reposar supone perder las deliciosas propiedades de la sidra natural. El vaso debería llegar vacío a una mesa en la que espera un menú no apto para amantes de lo escaso: tortilla de bacalao, bacalao con pimientos, chuletón, y de postre, queso y membrillo acompañados de nueces.


Cada visita a una  sagardotegia (sidrería) se convierte en un recital de sabores aliñados con sidra, a degustar sentado o de pie, en compañía de amigos o familiares, y del que se puede disfrutar hasta mayo por un precio medio de 30 euros por persona. Eso sí, conviene llamar para reservar, sobre todo los fines de semana en los que la afluencia de visitantes es masiva.


Para los no iniciados en el mundo “txotx” una buena opción es pasarse por Sagardoetxea, el Museo de la Sidra Vasca. Un breve recorrido para acercarse a la historia de la sidra, su elaboración, costumbres... etc., y la mejor ocasión para aprender en una cata todo lo que se tiene que saber sobre la degustación de la sidra. Al salir, un paseo por el manzanal que completa el museo servirá para apreciar al aire libre todos los aspectos de la cultura de la manzana.


A tan sólo diez minutos de Donostia, en un entorno idílico  de suaves colinas verdes,  Astigarraga vive hasta mayo la temporada de Txotx o lo que es lo mismo, los valores de la cultura de la sidra: diversión, amistad, naturaleza, sencillez, comunidad… directamente de la kupela al vaso. Después, habrá que esperar a beberlo de la botella.



Para tomar nota:

Sidras Bereziartua. Tel. 943 555 798, www.bereziartuasagardoa.com
SagardoetxeaTel. 943 550 575, www.sagadoetxea.com

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