COPENHAGUE. Vesterbro, el nuevo barrio de moda
Copenhague posiblemente es una de las ciudades más sugerentes de toda Europa. Lo es por su cultura y por su mezcla de civismo y libertinaje. Añadamos a sus virtudes sus atracciones clásicas y alta gastronomía, además del hecho de ser nórdica a su manera, diferente y cercana al mismo tiempo. Y lo es también por su continuo movimiento: no deja de sorprendernos con su evolución.
Por Jordi Jofré (Revista ViajeroS, resumen de de edición impresa Viajeros Otoño)
Si nos apetece, daremos un paseo por el centro histórico para saborear de nuevo sus canales y lagos. Quizás aquello lo tengamos ya muy visto y prefiramos, como haremos en este reportaje, reservar la mayor parte del tiempo a redescubrirla a través de su arquitectura funcional y llamativa. Y si se nos antoja, pues dedicaremos nuestro tiempo a explorar uno de sus barrios más gamberros y creativos, Vesterbro, para cerciorarnos de que en esta ciudad, donde hasta se construyen autopistas para las bicis, no todo está calculado y sobre reglado.
Gamberros muy hipsters
Vesterbro es un área situada junto a la estación de trenes que era conocida por sus fábricas. Era igual o más famosa por ser la meca del sexo en Copenhague, un barrio trabajador y un tanto deprimido que muchos aconsejaban no frecuentar por las noches. Hoy, su situación es bien diferente. Sin haber perdido su esencia por completo, sus prostitutas y sexshops, incluso con algunas fábricas de empaquetar salchichas todavía en activo, puede ser considerado como un rincón bohemio y cool. Lo es para artistas locales y lo es para viajeros inquietos. Ofrece, en su situación céntrica, exposiciones de fotografía, estudios de arquitectura y cafés con ese encanto danés tan característico; pero lo bueno, o lo más curioso, es que cuando uno sale de cenar de alguno de sus restaurantes de moda se topa, por ejemplo, con un bar de transexuales que parece traído de Bangkok y que es vecino del local que horas después estará hasta la bandera a la hora del brunch. Muy hipster, sí, pero también muy gamberro.
Uno pasea por Vesterbro y se va encontrando de todo. Muy cerca de la estación hallaremos varios hoteles con historia. El Astoria, por ejemplo, tiene aires centroeuropeos de la era socialista pero en su día, al parecer, fue rompedor. El Radisson Blu Royal Hotel, por su parte, ha sabido modernizarse (atentos a las vistas desde su restaurante Alberto K) sin perder la impronta del arquitecto y diseñador Arne Jacobsen en alguno de sus elementos. Si proseguimos por Istedgade es cuando comenzamos a percibir la personalidad (o múltiple personalidad) del barrio. Es una calle un tanto conflictiva, sobre todo cerca de la estación. Después, el ambiente se suaviza y, entre olores de kebabs y estudios de tatuajes, se esconden pequeñas tiendas de diseñadores independientes (de calidad y precios heterogéneos). En una de las calles paralelas, Halmtorvet, la transformación ha sido aún mayor. Nos hallamos en el conocido como Kodbyen o Meatpacking District que, como ya habíamos comentado, se dedicaba antaño a los derivados de la carne. La actividad industrial todavía se percibe durante el día, al igual que perviven sus típicas construcciones, por un lado, recias y de color marrón, y después, las más características, azules y blancas de grandes ventanales. En estos curiosos y fabriles edificios es donde se esconden algunos de los locales mas trendy de la capital danesa que aprovechan estos espacios crudos para crear ambientes singulares.
Ideas para descubrir Vesterbro
• Gastronomía. Restaurantes encontraremos por doquier: este barrio es un paraíso para los gourmets. Para degustar mariscos y pescados de gran calidad hay que ir a Fiskebar. Si nos apetece una pizza al horno que parezca traída de Italia nos podemos decantar por Mother. BioMio es la opción para los amantes de la comida orgánica y Paté Paté contentará a aquellos que quieren una cena romántica sabrosa. Al lado de este último, se halla Chicky Grill, un superviviente de la antigua atmósfera popular de Vesterbro.
• Arte y diseño. Aquí se esconden un buen puñado de estudios de artistas independientes, tanto aficionados como profesionales. Podemos ver exposiciones singulares en galerías como Galleri Bo Bjerggaard y V1 Gallery, donde no se dejan de lado las preocupaciones sociales. Una parada casi ineludible es Designer Zoo que muestra ejemplos de la creatividad local. Y hablando de zoos, el de Copenhague, que se encuentra cercano a este barrio, es una de las atracciones de la ciudad y cuenta con una casa de elefantes diseñada por Norman Foster.
• Curiosidades. En este rincón danés no dejan de surgir sorpresas. Tan pronto uno se topa con un albergue donde se imparten clases de yoga (Woodah Hostel) como puede alojarse en el que dicen que es el hotel más pequeño del mundo (Central Hotel). Por cierto, que el mismo dueño regenta Granola, un bar realmente singular.
• Gamberros y noctámbulos. Siendo una de las áreas más abiertas de Copenhague, aquí no faltan bares ni discotecas. Los más famosos a noche de hoy son: Karriere Bar, Jolene, Bakken y KB3.