CIUDADES ERASMUS I. BURDEOS
Ciudades Erasmus ¡Es tu año!
A través de los ojos de los estudiantes, siempre llenos de ilusión y optimismo, pasearemos por Europa para descubrir algunos de sus enclaves más dinámicos y animados. Son ciudades ideales para vivir experiencias tan intensas como un año Erasmus, pero también lo son para disfrutar de una escapada corta. Ya veréis como ni los testimonios de los universitarios ni los lugares que proponen os dejarán indiferentes. Comenzamos nuestro particular viaje.
Las casualidades existen pero no siempre son fruto del azar. Casualmente nos conocimos de Erasmus en Dinamarca hace seis años. Y en ese tiempo pasan muchas cosas. Nacho trabaja en la Universidad de Oxford con una beca post-doctoral; Paloma está de visita en Madrid y a principios de enero regresa a Milán para seguir investigando con sus plantas; Nela continua recorriendo el sudeste asiático como comercial para una empresa conservera; Dani no se ha podido reunir hoy con nosotros, le acaban de destinar a Shanghái; y el que escribe, viaja para trabajar, trabaja viajando.
Una de las razones de ser de la beca Erasmus es facilitar la movilidad de personas y que las fronteras, las psicológicas y las físicas, sean más una conveniencia que un lastre. El aprendizaje de los idiomas ayuda, claro, pero también el hecho de conocer de primera mano el modo de vida de otros. En nuestro caso, así ha sido. Y a día de hoy, con más experiencia, más preocupaciones y las primeras canas asomando, coincidimos en que fue un cambio vital en nuestras trayectorias. Atrás quedaron las fiestas –salir por la noche más que el camión de la basura– y las pequeñas locuras; en cambio, la semilla que en su día plantamos germinó y, casualmente, ha dado sus frutos.
Pero para que veáis que no todo es fruto del azar o de una experiencia personal aislada, os proponemos una serie de ciudades idóneas para disfrutar del Erasmus y para visitarlas desde un punto de vista juvenil y diferente. Y serán los propios erasmus quienes principalmente hablen y nos transmitan su desbordada pasión por dichos lugares.
Y si no soy estudiante...
En caso de que ya estéis mayorcitos para pedir la beca o que no seáis universitarios, no os preocupéis, este artículo también puede resultaros ameno y provechoso. Tan sólo pensad que un erasmus es un viajero. Y, normalmente, al disponer de un presupuesto limitado, su ingenio se agudiza y son capaces de descubrir las mejores ofertas para disfrutar del lugar. De esta manera, hagamos un pequeño recorrido por algunos de los destinos más sugerentes del panorama estudiantil que también, casualmente, suelen ser animados y divertidos.
El despertar de Burdeos
Se dice que hay un Burdeos antes y después de la alcaldía de Alain Juppé en 1996. Parece que la ciudad ha despertado de un aparente letargo en el que andaba sumida y que hoy, ya considerada Patrimonio de la Humanidad, es un lugar vibrante y animado.
Indagando en la red, uno se percata de que esta ciudad cuenta con algunas características muy apropiadas para la vida erasmus. Por ejemplo, la Universidad de Granada anima a los becados a que escriban sus vivencias (en su site) en forma de memorias para que los próximos aventureros puedan sacar provecho de las mismas. En una de ellas hemos encontrado un buen puñado de consejos dignos de ser comentados. Recomiendan echar un vistazo a la red de residencias universitarias CROUS y se recuerda que el gobierno francés ofrece una ayuda al alquiler para los jóvenes. Para moverse lo mejor es utilizar el tranvía que es moderno, rápido y eficaz.
Acudiendo a otra fuente estudiantil, esta vez el Diario Universitario, nos hemos encontrado con una descripción del lugar que consideramos muy sugerente tanto para los que quieran solicitar la famosa beca como para aquellos que están buscando destino para su próxima escapada. Después de leerla, decidme si no os apetece hacer la maleta y conocer las virtudes de Burdeos: “Es simplemente maravillosa: la llamada petite Paris o la ville de l’art te cautivará por sus estrechas calles repletas siempre de gente y bajo un cielo casi siempre azul. Estudiantes por doquier, panoramas y muros que transmiten arte, cultura e historia.
A sólo 40 minutos del mar y a otros 40 de parajes verdes, castillos olvidados entre frondosos bosques y minúsculos pueblos donde descubrirás el encanto rústico-medieval de la Francia profunda, el vino de Burdeos y una de las gastronomías más ricas de Europa”. Yo saldría ahora mismo para allá si no fuera porque el deber me llama para tentaros con otras alternativas.
Próximamente otras Ciudades Erasmus: Bolonia, Bélgica, Hamburgo, Dinamarca y la Guía práctica de los Erasmus.