Amaneceres y puestas de sol de infarto, nubes con formas caprichosas, grandes nevadas que cambian por completo el paisaje en cuestión de horas, cielos que parecen anunciar el fin del mundo o tormentas que nos sorprenden en medio del monte. La montaña exige experiencia, estar bien preparados, llevar el equipo adecuado y mucho sentido común.