Es el primer espacio del Clásico, tras cruzar la puerta de entrada y a pie de calle, donde podrás degustar una amplia variedad de tapas y raciones elaboradas con productos de gran calidad en un ambiente castizo, con una original decoración desde el techo - por el diseño de sus increibles lámparas - hasta el estampado típico de taberna madrileña que cubre el suelo, sin olvidarnos del arte que cuelga de sus paredes.

Nos encontramos ya en la primera planta de El Clásico para degustar una cuidada selección de productos y hasta ocho tipos de arroces - recetas del Chef Ejecutivo del grupo El Pradal, Joaquín Felipe Peira -. El concepto de este espacio propone disfrutar de su gastronómia tras una barra infinita diseñada para comer de manera informal. Los grandes ventanales - propios de los edificios de la zona - dejan entrar toda la luz que reciben de la calle de Esparteros, lo que le da más valor a su exquisita decoración.

Bajamos desde La Taberna hacia el sótano del edificio para encontrarnos con una espacio diferente al resto debido a su arquitectura hecha enteramente en ladrillo, este lugar le corresponde a la coctelería, y a la batuta una reconocida profesional de la coctelería; Sara Siles. Sin duda un espacio singular y con muy buen ambiente, en el que puedes tomar bebidas o picar algo de la carta de barra. En su decoración sobresalen un reservado de diseño y un collage en homenaje a Goya, que vuelve a recordarnos el lugar donde nos encontramos. El juego de luces que crea su barra central, con el efecto del original botellero, le otorga toda la credibilidad al nombre que recibe la sala.