Otro de los hitos de este itinerario temático es el Monumento a los Descubrimientos, muy cerca de la Torre y del Monasterio y que, como bien indica su nombre, es un homenaje a la expansión de ultramar portuguesa y al pasado glorioso del país. En él están representados de nuevo algunos de los más destacados personajes de aquellas gestas: navegantes, cartógrafos, guerreros, colonizadores, evangelizadores, cronistas y artistas. Pero este monumento también es un mirador, pues su parte superior, rematada en terraza a 65 metros del suelo, es accesible. Las salas del interior suelen albergar diferentes exposiciones siempre relacionadas con el tema de los descubrimientos, como las que acoge en estos momentos (y que continuarán hasta los meses de septiembre y octubre) sobre plantas medicinales descubiertas durante los viajes a América y Oriente.
Oriente es, precisamente, el siguiente punto del recorrido. Entre Belem y Lisboa, el Museo Fundación Oriente resalta, a través del arte, los vínculos entre Portugal y los países y territorios de Asia a donde llegaron los navegantes portugueses. La colección permanente cuenta con dos grandes colecciones: una referente a la presencia portuguesa en Asia, con elementos de arte occidental y oriental que convivieron en la época de las colonias; y la llamada Colección Kwok On, integrada por testimonios etnográficos de toda Asia, entre los que llaman especialmente la atención los muñecos de teatro de sombras, no solo de China, sino también de India, Indonesia, Malasia, Tailandia, Camboya y hasta de Turquía.