Un producto hecho a mano con materiales 100% cubanos e importados de las mejores selecciones europeas.
Un don que convierte el patrimonio en Humidores
Da los toques finales a una obra de esas que la musa le dibuja en el pensamiento cada mes de diciembre. Será uno de los dos humidores que Neurys Santana Ges presentará a la subasta de la venidera edición del Festival del Habano.
Estamos ante un artesano embarcado en muchos proyectos a lavez, todos marcados por una calidad y preciosismo sin igual. Lleva el don de la ubicuidad hasta para idear en el remanso de sus días dos o tres conceptos diferentes que luego moldea con sus manos buscando el acabado perfecto de quien asume el arte con sentido de futuro.
Tiene un estilo propio: el de los humidores coloniales, una línea asociada a su más sublime distracción que es andar y desandar por calles adoquinadas y disfrutar la arquitectura de majestuosos edificios patrimoniales de cualquier parte de Cuba, los cuales se ha empeñado reproducir en esos estuches para conservar tabaco que él fabrica.
Cuenta que su residencia, la finca La Coca, es el lugar ideal para crear. La paz y el silencio entre los arbustos inspiran los tantos diseños multiplicados allí mismo, en cientos de humidores celosamente clasificados, y ubicados en los anaqueles y estantes de sus talleres y almacenes, siguiendo los criterios internacionales de conservación y perdurabilidad.
Le acompañan jóvenes atraídos por la motivación de aprender uno de los más antiguos y exigentes oficios, donde el tacto, la exactitud, la concentración, limpieza y estricta meticulosidad dan forma con las manos a verdaderas obras de arte.
Sus tantos premios, desde que debutó en 1995 con el de la UNESCO durante la Feria Internacional de Artesanía (FIART), avalan el andar de este hombre modesto, sencillo y humilde por las artes plásticas, el diseño mecánico, la carpintería, la construcción civil y el moldeado en cerámica; entre todos una suma de saberes que hoy le definen la madurez profesional.
ACA le abrió las puertas en los años 90 del pasado siglo y luego se vinculó a los Festivales del Habano, no solo como expositor, sino que ya ha donado 27 piezas voluminosas en 19 ediciones para la subasta final que se hace con la finalidad de aunar fondos destinados a la salud cubana.
En la venidera edición Neurys retomará un proyecto vinculado esta vez a los artistas de la plástica Alexis López, Santiago Vázquez y Mario Garcés, cuyas pinturas pueden aparecer en la tapa de algunos de los estuches que se exhibirán en el estand o bien en lienzos alegóricos al tema.
Otra de las novedades es que sus marcas San Cristóbal y Santísima Trinidad estarán a la venta en las tiendas Cubanas de Caracol, al igual que la Monte Cristy, H Hutman y Romeo y Julieta con el sello característico de este artista que tanto disfruta la agradable mezcla de olores a tabaco y maderas preciosas.
Así, entre palmas, algarrobos, frutales y yagrumas, el artesano de los humidores coloniales se debate entre seguir o poner coto a su vasta imaginación amén de la salud, y entretanto se consagra cada día a moldear balcones, vitrales, columnas, fachadas y portones, que son estampa viva de las ciudades patrimoniales de Cuba.
Texto y fotos: Valentín Rodríguez y OT Cuba
Los cayos e islotes de Jardines del Rey se abren como puertas al paraíso a lo largo del litoral norte cubano. Este onírico lugar, destino ideal para el ocio, aviva sueños, fantasías y deseos de aventuras. Fue Cristóbal Colón quien bautizó esta cayería como archipiélago Jardines del Rey en honor a Fernando el Católico.