CASTILLA Y LEÓN. Ruta del Vino Ribera del Duero con niños
La Ruta del Vino Ribera del Duero también se puede disfrutar en familia. La ampliación de las actividades enoturísticas –y de otras paralelas relacionadas con el Arte, la Cultura y la Naturaleza– posibilitan el disfrute de cada uno de los miembros del grupo por igual.
Revista Viajeros (edic. digital abril 2013)
Su primer contacto con el vino
Las visitas a las bodegas y viñedos siempre contemplan catas o maridajes para adultos pero no para niños. En Ribera del Duero los más pequeños ya no se sentirán excluidos porque su primer contacto con el vino lo tendrán con el mosto natural de uva, que no contiene alcohol. De esta manera, su inmersión en la cultura del vino será mucho mayor: colaboran en el proceso e, incluso, degustan gominolas o frutas en las que les proponen asociar los aromas del vino.
Algunas bodegas ofrecen a las familias la visita a la finca y la vaquería en las que se incluye la colaboración de los niños en el proceso de producción de leche. Este tipo de propuestas donde se pueden ver y tocar terneros, ovejas y otros animales de granja, son muy bien acogidas.
Vino + Cultura, una sabrosa combinación
La experiencia vinícola puede complementarse con un amplio programa cultural donde no debe faltar:
1) El Museo del Vino, en el Castillo de Peñafiel. Ofrece un recorrido por la historia y la cultura del vino. Además, permite conocer de primera mano su proceso de elaboración, como el pisado de la uva a través de una prensa artificial.
2) El Museo de los Aromas, en Santa Cruz de la Salceda (Burgos). El visitante vive una particular experiencia donde podrá reconocer y analizar diferentes aromas y conocer más características sobre el sentido del olfato.
3) El Parque del Románico. Aquí los más pequeños gozan de un gran área verde salpicada de grandes maquetas de los templos románicos más relevantes de Castilla y León.
Una propuesta natural: Hoces del Riaza
Si solo se pudiese elegir una propuesta natural en esta ruta nos decantaríamos por el cañón de las Hoces del Riaza. Es un refugio perfecto para las aves rapaces ibéricas y el escenario de multitud de actividades al aire libre como piragüismo o senderismo.