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BUCEO Y SALUD

El medio en el que el ser humano se mueve no precisa ninguna adaptación previa ya que físicamente está preparado para ello, pero ¿qué ocurre si nos tienta sumergirnos y conocer el entorno líquido?


 

El medio en el que el ser humano se mueve no precisa ninguna adaptación previa ya que físicamente está preparado para ello, pero ¿qué ocurre si nos tienta sumergirnos y conocer el entorno líquido?

 Por Revista ViajeroS


La explicación de esa atracción hay quien la remonta a la etapa en la que estábamos en el útero materno y al placer que obteníamos a través de esa sensación de total aislamiento, donde lo único que se podía oir era tu propia respiración. Además de esa introspección, el hecho de interactuar con un entorno desconocido también es algo muy atractivo.

El número de personas que practican submarinismo es más alto cada año e incluso existen multitud de programas de viaje especializados en destinos de buceo. El Mar Rojo, el Caribe, las islas Canarias o las Baleares están entre los más demandados.

Aquellos que aún no han dado el salto quizás es por desconocimiento o por miedo. Contra lo segundo es más difícil luchar pero lo primero lo vamos a combatir inmediatamente.

Condiciones físicas

Si ya tienes claro que quieres vivir una primera experiencia bajo el agua ya has dado el primer paso. Ahora sólo deberás subir un par de peldaños  más para realizar este deporte con todas las garantías: un reconocimiento físico y un curso introductorio que te capacite en el agua.

¿Puedo bucear, doctor?

A pocas personas se les ocurre que precisen una revisión previa a su bautizo submarino, pero es lo idóneo, sobre todo para evitar males posteriores. E, incluso, tampoco estaría de más pasar por la consulta de un especialista si hace mucho tiempo que no lo practicas.
En principio, esta actividad puede ser realizada por cualquier persona mayor de unos 14 años (los más pequeños pueden sumergirse a una profundidad menor y no es recomendable en los meses de gestación) y la edad máxima sólo dependerá del estado físico de la persona. Las principales enfermedades que deberían consultarse a un especialista son la diabetes, las relacionadas con el aparato respiratorio, la neurología (epilepsia, accidentes cerebrovasculares, etc.), oftalmología (lesiones de retina, luxación del cristalino...) y del oído. Las pruebas que suelen realizarse para descartar contraindicaciones son un electrocardiograma, una espirometría y una timpanometría. Algunas de ellas no impiden practicar este deporte pero puede que te aconsejen limitar la profundidad de las inmersiones.

Formación técnica

Además de un buen estado físico, o al menos aceptable, también es necesario tener unos mínimos conocimientos técnicos. Para formar a los nobeles han proliferado las academias de buceo que capacitan a los interesados a seguir unas normas y procedimientos básicos para desarrollar esta actividad. En prácticamente todos los países se exige estar en posesión de un carnet determinado que dé fe de ello y, además, de un seguro. Esta preparación básica no sólo no significa perder el tiempo sino que te ayuda a disfrutar muchísimo más de los fondos marinos de todo el planeta.


La titulación más habitual se denomina PADI (Asociación Profesional de Instructores de Buceo, fundada en 1966 en California) y se divide en distintos niveles. Se consigue tras seguir un curso en un centro autorizado. En el básico, el Open Water Diver, se imparten conocimientos teóricos (incluso existe la opción de seguirlo on line) y prácticos para que el hecho de bucear no entrañe ningún peligro. Los bautizos se suelen realizar en una piscina o similar para familiarizarse con el equipo y adquirir unas destrezas básicas. Las posteriores inmersiones ya tienen lugar en el mar. El precio del curso, con las prácticas incluidas, suele ser alrededor de 200 Euros. También puedes optar por una formación especializada y obtener licencia de instructor, avanzado o incluso experto en rescate (
www.padi.com).

Equipación adecuada

¿Es caro el traje y el equipo de submarinismo? No es necesario comprarlo si no lo vas a utilizar con asiduidad. Puedes alquilarlo en el centro de buceo. Si aún así quieres tener el tuyo propio, lo imprescindible: gafas, tubo respirador, aletas, escarpines, plomos, botella, regulador y traje.

Para tomar nota

• Clínica Medicina Subacuática e Hiperbárica
Tel. 691 213 882
www.buceoysalud.com

• Viajes de Buceo. Abando Dive
Tel. 902 304 051
www.abandodive.com

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