ALGARVE. A pie o en bici
El sur de Portugal se puede descubrir sin pisar el asfalto, gracias a la Ecovía del Litoral, la mejor forma de admirar sobre dos ruedas los impresionantes paisajes algarvíos recorriendo su costa, o a través de la Vía Algarviana, diseñada para recorrer a pie y de una forma más intimista esta región por su interior.
Para todos los que pensaban que Algarve era poco más que sol e inmensas playas, golf y una excelente gastronomía, la realidad supera todas las expectativas. El sur de Portugal ofrece muchas más opciones e incluso da respuesta a las nuevas formas de hacer turismo: el turismo activo y sostenible. Esta región atrae cada vez a más amantes de la naturaleza, el senderismo y el ciclismo gracias al desarrollo de rutas alternativas al asfalto que permiten descubrir sus secretos a pie o en bici y adentrarse en un Algarve desconocido para muchos.
Esta nueva forma de conocer este destino se basa en la recuperación de carreteras secundarias y caminos rurales abandonados, saneando riachuelos y, en general, a través de la revalorización del medio rural algarvío ofreciendo una nueva forma de dar a conocer sus pueblos y rincones, su variada gastronomía y sus costumbres.
De todas estas actuaciones ha surgido la Ecovía del Litoral del Algarve, diseñada especialmente para el uso de ciclistas, pero también para disfrute de caminantes e incluso de jinetes. Recorre 214 kilómetros de costa, desde el Cabo de San Vicente (Sagres) hasta Vila Real de San Antonio, en la frontera con Huelva, desgranando paso a paso los encantos de esta región atravesando donce concejos. Forma parte de la cicloruta europea Eurovelo1, que recorre la costa atlántica desde Noruega hasta el suroeste de la Península Ibérica, pasando además por puntos tan lejanos como Irlanda, Reino Unido y Francia.
Para el viajero esta Ecovía se traduce en un viaje a través de los cinco sentidos, descubriendo parajes tan imponentes como la cala de Boca do Río, los acantilados de la playa de Rocha, el parque natural de Ría Formosa con sus 60 kilómetros de longitud y una amplísima variedad de aves migratorias. También atraviesa bonitos pueblos como Ferragudo, el lujoso Vale de Lobo, Olhão con sus azoteas cubistas, los vestigios arqueológicos de Portimao, el casco histórico de Faro o Tavira, conocida como la Venecia del Algarve.
Los secretos, a los pies del caminante
La Vía Algarviana, por su parte, consiste en la unión pedestre del trayecto que va desde Alcoutim hasta el Cabo de San Vicente, atravesando gran parte de la sierra y culminando en la costa atlántica, con una extensión de 240 kilómetros. El recorrido comienza en la zona interior limítrofe con Huelva, en Alcoutim y discurre por municipios tan atractivos como Castro Marim, Tavira, Loulé, Silves, Monchique, Lagos y Vila do Bispo para finalizar en el cabo de San Vicente en Sagres.
Organizadas regularmente, las travesías de la Vía Algarviana son marchas de 14 días que recorren la sierra algarvia y en la que los participantes se mezclan con la naturaleza y comparten vivencias con los habitantes de esta región. Las etapas van desde los 14 hasta los 30 kilómetros, aptas para los viajeros con menos preparación física. Además, los tramos caminando se pueden combinar con pequeños planes de ocio, como pic-nics, paseos en burro por la naturaleza, observación de aves por el día y de estrellas por las noches, o recolección de marisco, entre otras muchas actividades que ofrecen las empresas locales al viajero.
La Vía Algarviana busca convertirse en una de las Grandes Rutas (GR13) y ser parte de las rutas Transeuropeas. Su objetivo es ser la espina dorsal de una red de recursos pedestres del Algarve para fomentar el desarrollo de turismo rural en sus distintas variantes de alojamiento y restauración.
Más información:
• La Ecovía del Litoral de Algarve: www.ecoviasdoalgarve.org
• La Vía Algarviana: www.viaalgarviana.org
• Alojamiento, qué hacer y cómo moverse en Algarve: www.visitalgarve.pt y www.algarvepromotion.pt