SELVAS Y VOLCANES. 10 VISITAS POR COSTA RICA Y NICARAGUA

El Parque Nacional Tortuguero incluye ríos, canales, bosque tropical lluvioso, islas y playas. Hasta esas ensenadas de arena grisácea llegan varias especies de tortugas marinas a desovar: la Verde del Caribe, la Baula, la Lora, la Laúd y la Carey. Es su mayor atractivo, pero el lugar da para mucho más: no te pierdas una excursión por los canales, en mitad de la selva, para ver todo tipo de animales, especialmente aves.

El Parque Nacional Cahuita también se encuentra en la costa caribeña. Un sendero permite recorrerlo paseando junto al mar. Prepara de nuevo tu cámara de fotos porque aquí te vas a encontrar con serpientes  (entre ellas, la víbora oropel, tan peligrosa como hermosa), osos hormigueros, tucanes, mapaches, basiliscos, monos aulladores o perezosos. Estos son difíciles de ver, pero puedes visitar (de hecho debes hacerlo) el Sloth Sanctuary, el santuario de perezosos, al norte de Cahuita, donde cuidan de los perezosos huérfanos o heridos.

Más emociones fuertes. Puerto Viejo de Talamanca es uno de los lugares fetiche de los surfistas más experimentados y audaces de todo el mundo. No hace falta que arriesgues tanto como lo hacen ellos, pero tienes buenas playas para practicar a tu ritmo…o simplemente para darte un baño en un entorno idílico. Al caer la tarde date una vuelta por el Koki Beach para disfrutar de una cerveza bien fría.

Los cafetales son otra de las visitas que no puedes perderte. Algunas plantaciones están abiertas al turismo y ofrecen distintas actividades para conocer todo sobre el café. Una de ellas es, por ejemplo, la hacienda cafetera Espíritu Santo, en la provincia de Alajuela. Después de un paseo por los cafetales podrás aprender a preparar el café chorreado, el que se hace de manera tradicional, colado lentamente a través de una tela. Y como te va a encantar, podrás comprar todo el que quieras en su tienda.

La artesanía más famosa de Costa Rica es la de la decoración de las carretas de bueyes. Estas carretas se utilizaban para transportar el grano de café desde el valle central del país (una zona montañosa) hasta Puntarenas, en la costa del Pacífico. La tradición de pintarlas comenzó a principios del siglo XX y cada región tenía sus propios patrones y dibujos. Toda esta historia y la manera de decorarlas se puede ver en la Fábrica de Carretas Eloy Alfaro, que está bastante cerca de la hacienda cafetera Espíritu Santo. Es uno de los pocos lugares que quedan donde estos artesanos dominan la técnica de construir y decorar las carretas.

Como un buen puñado de volcanes de Nicaragua, el Masaya está activo desde hace tiempo, pero recientemente aumentó esa actividad y se ha convertido en uno de los mayores atractivos del país porque se puede visitar. Estas visitas están controladas y tan solo se permite permanecer en la gigantesca boca del cráter un corto espacio de tiempo, pero merece la pena. Si te animas, elige mejor la visita nocturna.

Este otro volcán también está activo y además es el más reciente de todos los formados en Nicaragua. En sus laderas de gravilla se practica el volcano boarding, es decir el descenso desde la cima sentados en una tabla. Los más osados lo hacen de pie, como si estuvieran surfeando o en la nieve, pero vamos, la emoción ya es bastante intensa cuando se hace sentado (si te dejas llevar se pueden alcanzar los 70 kilómetros por hora).

Una montaña mítica. Parte de su ladera se desplomó y explotó en la última erupción, hace ya tiempo. Las rocas que fueron lanzadas por el aire cayeron al lago que lo rodea y hoy forman un archipiélago que se conoce como de Las Isletas. Dicen que ahora está inactivo pero unas fumarolas cerca de la cumbre parecen indicar lo contrario… Toda esta montaña está cubierta de selva tropical, por la que hay diferentes senderos que pueden recorrerse siempre con guías del propio parque.

Su atractiva bahía en forma de semicírculo y su ambiente empiezan a atraer turistas, así que si quieres conocerlo en su versión más auténtica todavía estás a tiempo. Aquí puedes pasarte por el restaurante El Timón, junto a la playa, para disfrutar del mejor pescado y marisco.