Novedad editorial: SURMAS. EL TIEMPO DETENIDO

En un olvidado y perdido lugar situado en el sudoeste de Etiopía viven los Surmas, uno de los pueblos más desconocidos del mundo. Hasta allí ha viajado la fotógrafa y psicóloga Alicia Núñez, en un viaje largo, no sólo en el espacio, sino también en el tiempo, que la ha llevado hasta este rincón del mundo, cerca de la frontera con Kenia y Sudán, en la región Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur, un amplio territorio de 112.727 km2, donde conviven, no siempre en buena armonía, a uno y otro lado del río Omo, una amplia variedad de pueblos como los karos, hammer, dizi, bume, arbore... y los surmas.

(Edición digital de Revista Viajeros, sept. 2012)

Este es el universo al que se ha acercado la cámara de Alicia Núñez, y más concretamente a los surmas, los más desconocidos y los más aislados de todos estos pueblos debido a las dificultades de acceso a su territorio. Los surmas son en pleno siglo XXI una etnia altiva y uno de los últimos pueblos del África negra que aún conserva orgullosamente su tradicional modo de vida. Con una economía de subsistencia y un nulo desarrollo tecnológico, viven dedicados al pastoreo, la caza y la agricultura. Su mayor riqueza son sus rebaños y en torno a ellos gira su vida. Alicia Núñez ha convivido con ellos para captar su esencia y ese mundo sencillo y a la vez complejo, a punto de desaparecer, en el que habitan. El resultado ha sido este libro de fotografía que es también un libro viajes y de antropología.

El libro “Surmas. El tiempo detenido” acompaña una exposición patrocinada por la Fundación Unicaja que se podrá visitar en Sevilla, en la Casa de la Provincia (Plaza del Triunfo, 1), desde el 13 de septiembre hasta el 4 noviembre de 2012. Durante 2013, la Fundación Unicaja la exhibirá en distintos puntos de la geografía andaluza (Málaga, Cádiz, Almería, Antequera...). La muestra podrá visitarse de martes a domingo (incluidos festivos) de 10 a 14 h y de 18 a 21 h.

La obra de Alicia Núñez, publicada por la editorial Lunwerg, ha sido prologada por Vicente Verdú, extraemos algunas de sus palabras:

“De las fotografías de Alicia Núñez, como es natural en este género, se puede decir que son «hermosas» y lucen bien. Pero son hermosas, y hasta bellísimas, porque poseen la simplicidad de lo más auténtico y la sencillísima aura del que no tiene intención de mentir o impresionar. Su impresión lo dice todo”.

(...) “Obtener fotos así, por tanto, no se halla al alcance de cualquiera. Y menos si se es de otra raza y se es además mujer. Si el resultado de esta agitada excursión tiende finalmente a la paz y casi todas sus figuras transmiten sosiego, nada es ajeno al bienestar que les inculcó la autora”. (...) “Alicia Núñez ha visto antes que muchos diseñadores y pintores, más que numerosos escultores y mandamases políticos, atentos al africanismo, el destino de la humanidad y más, ahora, cuando la repetida evocación al Apocalipsis nos reuniría a todos en un único y absoluto Juicio Final”.

“Para bien y para mal, Alicia va haciendo así el censo de este Tercer Mundo negro, alejado de las claridades del plató pero claramente determinante para decidir el equilibrio del planeta. Y no solo el equilibrio de su masa cuantificada y de su peso cualificado, sino el equilibrio de una constelación de culturas y valores que fundan el porvenir”.

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