Aunque cada uno de los turoperadores propone su propio recorrido, hay muchos puntos en común. En general, se vuela directamente a Luxor, y tras la llegada y asistencia se traslada directamente al barco para disfrutar de un magnífico crucero de cuatro días con pensión completa a bordo. El primer día se cruza el Nilo para visitar la Necrópolis de Tebas. Cruzando a la orilla oriental del Nilo, se visita el complejo de templos en Karnak, levantados por diferentes faraones, como Ramsés III, Taharqa, Seti II, etc. Tras esta fascinante visita se llega al templo de Luxor. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, está consagrado al dios Amón y Amón Ra. De regreso al barco se zarpa hacia Esna y tras cruzar su esclusa de Esna, continúa la navegación hacia Edfu para visitar el Templo dedicado al dios Horus. Al término de la visita continúa la navegación hacia Kom Ombo, dedicado a los dioses Sobek con cabeza de cocodrilo y Haroeris, con cabeza de halcón. Luego comienza la navegación hacia Asuán.
El último día de crucero y tras llegara a Asuán se tiene la posibilidad de hacer la excursión opcional a los templos de Abu Simbel. La construcción del templo mayor se atribuye al faraón Ramsés II, destacando también el otro templo inferior excavado en honor a su esposa preferida, la reina Nefertari. Por la tarde de ese día se podrá disfrutar de un bonito y relajante paseo en faluca, típico velero egipcio.
En un intenso día en el Cairo, se visita lo más interesante de la ciudad y sus alrededores, empezando por las pirámides de Guiza. Por la tarde, visita opcional a la necrópolis de Saqqara. Durante la excursión también se visita Memphis.
Queda mucho por ver en El Cairo, pero lo mejor es que cada uno elija lo que prefiera: museos, compras, comidas típicas, contacto con los cordiales egipcios... Quien prefiera que se lo den hecho, tiene la posibilidad de una visita opcional organizada de día completo a la ciudad con almuerzo incluido en restaurante local, incluyendo el Museo de Arte Egipcio, la Mezquita de Alabastro con la Ciudadela de Saladino y el Gran Bazar de Khan el Khalili.
Y con el recuerdo en la retina y en el alma de un país que a nadie deja indiferente, al día siguiente se regresa en vuelo directo de Egipto a España