Ceske Budejovice (Rep.Checa)
Textos y fotos Editorial Viajeros
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Bohemia del Sur. La joya escondida de Chequia

La República Checa no se acaba en Praga. Es verdad que esta ciudad es tan maravillosa que eclipsa a todas las demás, pero al sur de la capital, en la Bohemia Meridional, hay poblaciones de belleza singular que pueden ser consideradas como las joyas escondidas de Chequia.



Para visitar Bohemia del Sur con detenimiento lo mejor es alquilar un coche en el mismo aeropuerto de Praga. Desde allí tomaremos la autopista  con dirección a Strakonice. A 110 kilómetros de Praga pasaremos por el pueblo de Pisek. Muchos no paran aquí, aunque deberían de hacerlo aunque sólo fuese para admirar su puente gótico de piedra, el más antiguo del país y de centroeuropa. A 160 kilómetros de Praga se alza Hluboka nad Vltavou, un antiguo castillo del siglo XIII levantado por soberanos checos y reformado por la familia Schwarzenberg (a finales del siglo XIX) en un estilo romántico, similar al del británico de Windsor.

Más que una fortaleza, es un enorme palacio con 140 habitaciones, once torres, una capilla y una biblioteca de 12.000 volúmenes, entre ellos la primera edición de la Enciclopedia de Diderot. Desde el patio de entrada, repleto de cornamentas de ciervos y corzos, queda clara la importancia de la caza para sus antiguos dueños. Colecciones de armas, trofeos y animales disecados abarrotan sus estancias y pugnan por conseguir un hueco en las paredes, muebles y vitrinas, con los cuadros, tallas de madera, tapices de Bruselas, porcelanas y jarrones. Un gran jardín y un bosque rodean el edificio. En esta zona, y como una de las estancias más del palacio, se encuentra una sala de equitación y el hotel Stekl, de 4 estrellas. Lugar ideal para lunas de miel al más puro estilo de Sissi.
 

La animada Ceske Budejovice

Sólo 10 kilómetros después llegamos a Ceske Budejovice, conocida también por su nombre alemán, Budweis, el de la cerveza. Y precisamente la cervecera es desde hace ocho siglos una de las principales industrias de esta localidad. Aquí se construyó el primer ferrocarril de toda Europa... tirado por caballos. Hoy es la ciudad más poblada de la Bohemia Meridional, con sus casi 100.000 habitantes, de los que una buena parte son estudiantes universitarios. Estas dos características, cerveza y jóvenes, hace que Ceske Budejovice tenga un ambiente muy animado, sobre todo en torno a la céntrica plaza de Ottokar II, dedicada al rey que fundó la ciudad en el siglo XIII. Puede que el nombre de este monarca les suene a los aficionados al cómic, no en vano “El cetro de Ottokar” es una de las aventuras más famosas de Tintin, y muchos tintinólogos sostienen que Hergé se inspiró en él. Pero volvamos a la plaza, una de las más grandes y bonitas de Europa, que es un cuadrado perfecto de 133 metros de lado, es decir, una hectárea exacta, por lo que aparece en casi todos los libros checos de matemáticas. Aquí está la fuente barroca de Sansón luchando con el león y varias casas blasonadas entre las que destaca el Ayuntamiento, un edificio de 1730 con una fachada suntuosamente decorada, rematada por un reloj y las estatuas de las cuatro virtudes cardinales: Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza.

La leyenda de la Torre Negra

El símbolo de esta ciudad es la Torre Negra (Cerna Vez), del siglo XVI, situada junto a la catedral de San Nicolás. Se trata de una torre de vigilancia y atalaya que adquirió su actual color gris oscuro tras sufrir varios incendios. Desde el mirador, situado a 70 metros de altitud, se tienen las mejores vistas de la ciudad. Una de las muchas leyendas de esta construcción dice que, en tiempos, había un campanero un poco vago al que no le hacía ninguna gracia subir los 225 escalones, sobre todo por la noche. Y aunque era su obligación tocar la campana cuando alguien fallecía, muchas veces no lo hacía. Sin embargo la campana siempre sonaba. Espantado, una noche subió y, aunque el badajo se movía, no vio a nadie allí arriba. Dicen que era la propia muerte quien la hacía tañer.

Pero Budweis es conocida sobre todo por su cerveza. Si preguntásemos, la mayoría de los aficionados a la cerveza españoles nos dirían que “Budweiser” es una marca norteamericana. Tienen razón, pero muchos no saben que en realidad su origen es checo. Una reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea reafirma que el titular de esa marca es el fabricante checo Budejovicky Budvar, con sede social en la ciudad de Ceske Budejovice, aunque haya otra “Budweiser” impostora fabricada en los Estados Unidos.

 

Cesky Krumlov, una de las urbes más visitadas de República Checa

Volvemos al coche para hacer otra etapa corta. En este caso son 22 kilómetros y ya estamos en Cesky Krumlov, la segunda ciudad más visitada por los turistas. Instalada entre los meandros del río Moldava, ha conservado todo su encanto medieval y renacentista. Su nombre significa “Prado Sinuoso de Bohemia” y algo tendrá cuando también ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad. Por ejemplo, 300 edificios históricos protegidos, mucho arte y mucha cultura en una población de solo unos 14.000 habitantes: siete museos, cuatro grandes galerías, teatros, auditorios... También una coqueta plaza –la del Ayuntamiento (Namesti Svornosti)–, pequeños edificios renacentistas con casas de colores pastel y un impresionante castillo que se levanta en una de las orillas del río, y que es el segundo (¡faltaría más!) complejo palaciego más grande del país y uno de los más interesantes de toda Europa Central. Construido en el siglo XIII en estilo gótico, destaca por su gran tamaño, ya que se le han ido adosando construcciones nuevas renacentistas y barrocas, y por su singular torre cilíndrica visible desde casi cualquier punto de la ciudad. En su curioso museo, instalado en varias estancias del castillo conectadas por estrechos pasillos y retorcidas escaleras, hay todo tipo de objetos: desde cuadros y cerámicas hasta armaduras y una urna de cristal en la que reposan los restos óseos de Santa Reparata, una mártir de las catacumbas romanas. El teatro del castillo es uno de los coliseos barrocos mejor conservados del mundo. Nunca ha sufrido un incendio y en los dos últimos siglos no ha sido modernizado, por lo que conserva todas las características de finales del siglo XVIII. 


Variada oferta cultural

La oferta cultural es muy variada, desde festivales de todo tipo de música y conciertos, representaciones teatrales y exposiciones de artistas internacionalmente reconocidos. Entre todas las salas destaca la Egon Schiele Art Centrum, que lleva el nombre del conocido pintor vienés, representante de la corriente de arte modernista, quien pasó en Cesky Krumlov su época de mayor creatividad y a quien el ambiente local le sirvió de inspiración. La galería-museo, que abrió sus puertas en 1993 en un edifico que antes fue una popular cervecería, exhibe en más de 3.000 m² obras del siglo XX de varios artistas tanto locales como internacionales. Cesky Krumlov es un paraíso para el turista al que le gustan los paseos urbanos y hacer fotografías. Mucho antes de los megapíxeles y los móviles, la ciudad servía de escenario para los esforzados de las cámaras-cajón y el celuloide. Para demostrarlo está uno de los museos más curiosos de la villa, el Foto-taller Seidel, archivo vivo de la vida que llevaban en el pasado siglo los habitantes de esa triple frontera que forman Bohemia, Austria y Alemania.

 

 

Texto y fotos: Editorial Viajeros

La República Checa es uno de esos destinos que siempre consideramos cuando decidimos viajar a Centroeuropa. Lo incluimos en nuestra lista de favoritos por su monumentalidad, paisajes y oferta cultural, pero rara vez por su gastronomía. Sin embargo, la cocina checa poco a poco comienza a tomar posiciones en el panorama gourmet internacional.

Algunos destinos como República Checa invitan a refugiarse en cafés huyendo de las bajas temperaturas en la época invernal. Estas pequeñas paradas que sirven para entrar en calor con un café, un té o un chocolate caliente también nos dan la oportunidad de descubrir magníficos e históricos establecimientos.

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